Ana, te escribo aquí, porque se que lo leerás, te echo mucho de menos, no soy capaz de aceptar que te has ido…

Muchos días me siento en el comedor, (cosa que desde que mamá se fue contigo no puedo estar) miro tus fotos, y me acuerdo de tantas y tantas cosas, que hay días que se me van las horas mirándote y recordando aquellos almuerzos. Te acuerdas? que la mami, nos hacia ajo arriero de ese que comíamos en el pueblo, nos íbamos juntas a la panadería, y alaaaaaaa venga barras de pan, asi la mamá también comía, y recordando cosas de pequeñas.. estabas tan bien, venias maquillada y siempre tan guapa como tu eras.

Hicimos tantos planes… si, eso de los que Ariadna se reía mucho, cuando le decíamos que viviríamos juntas de mayores, con perros, (ahora tengo otro pequeñito que se llama Sak) y que viajaríamos con el Inserso jajajajja, cuanto nos reímos haciendo planes absurdos. Hoy tenia necesidad de escribirte, porque ya no se como gritar lo mucho que te quiero, lo mucho que te necesito, y lo mucho que estoy llorando hija mía. Quería haber ido a la playa de Pinedo y darte un gran ramo de rosas, pero no puedo, soy incapaz de volver allí, pero te prometo que mandare a alguien para que te lo dé, es por tu santo sabes?. La mamá siempre se acordaba de tu santo, y el de Magda se lo teníamos que recordar todos los años, que lio se hacia la pobre.

Desde que os fuisteis la mamá y tu, se me hace larga la vida, no quiero que pienses que estoy mal, pero ya sabes esto va ha días, y hoy es uno de tantos días en que me gustaría llamarte y oir tu voz, de verte de irnos a dar una vuelta y contarnos los mismos rollos de siempre, pero al fin y al cabo eran nuestros rollos oye jajaja. Bueno me despido ya, que me duelen los ojos de llorar, pero no olvides que en mi corazón siempre estarás, y ni la muerte podrá acabar con eso.

Ahhh se me olvidaba, Ariadna esta ya hecha una mujer, y solo lleva la férula por las noches creo, esta preciosa, casi tanto como tú.

Tu hermana Carol, dale besos a mamá de mi parte.